Como siempre, al planificar la temporada y tener claros los objetivos fuertes del año, entre medias siempre dejo un pequeño espacio para “competiciones preparatorias”, es decir, pruebas que te van a ayudar a saber en qué momento de forma estás, o tan solo meter un entrenamiento de calidad a modo de competición, sin ritmos, sin tiempos, sin presión competitiva donde prima echar horas al cuerpo y a la mente, empezar a preparar el cuerpo, darle “castigo” para que vaya asimilando las cargas, probar el material que llevarás en competición el día señalado, las comidas y bebidas, aquí meter esto, aquí lo otro… competiciones “ensayo-error” en las que aprendes muchísimo.
Otro tipo de competiciones bien distintas son las que tomas como tipo test, en las que te marcas, aquí sí, unos ritmos, unas pulsaciones, un tiempo, etc… que se asemejan a los ritmos e intensidad que llevarás el día señalado.
En concreto, preparando la TRANSALPINE RUN 2013 para final de Agosto y principio de Septiembre, decidí hacer la MARATÓN ALPINA DE MADRID, gran competición de trail running a nivel nacional considerada como una de las maratones alpinas más duras con sus 2.500 metros de desnivel positivo acumulado subiendo al pico más alto de la Comunidad de Madrid, Peñalara con 2.428 mts. de altura.
Llegué con muy buenas sensaciones, con ganas de hacer un gran “entrenamiento-competición” y sacar cosas productivas de este test con vistas a la prueba en los Alpes.
Mi objetivo no era otro que disfrutar y horas, horas a las patas que iban a hacer falta para futuros entrenamientos y la competición en sí.
La sierra de Madrid, donde entreno prácticamente el 100% de las ocasiones en lo que se refiere a competiciones de montaña, es dura. Muchas personas creen que no pero… cuidado porque te pone en tu sitio.
No existen unas alturas gigantescas como puedan ser en zona de Pirineos o Los Alpes en Europa (por lo menos lo que conozco), pero si no has entrenado lo suficiente, se te puede atragantar.
La carrera en sí, empieza nada más bajar Peñalara, es decir, los primeros 20 kilómetros, si no echas un poco el freno y guardas energía para la segunda parte de la prueba, estas más fuera que dentro de la carrera seguro.
Así que, conservando energía, manteniendo un ritmo medio y constante tirando bajo, y sobre todo disfrutando de la prueba (al final, la prueba discurre por donde entrenas normalmente) me encontré muy bien a nivel físico y sacando conclusiones sobre el material, estrategia de carrera, qué comida me fue bien, cual no, qué quitar, qué poner… un aprendizaje muy productivo y punto de inflexión para futuros entrenamientos, ya que desde esta prueba, todo iría lanzado y orientado a la TRANSALPINE RUN.
Finisher MARATÓN ALPINA DE MADRID 2013
Nuevamente aquí, en la Maratón Alpina de Madrid, con sus 46 km y 2.650 metros de desnivel positivo acumulado… con algunos pequeños cambios en el recorrido de la prueba que realicé allá por el 2013 preparando la Goretex Transalpine Run, pero conservando la dureza y exigencia del perfil por prácticamente toda la sierra de Madrid.
Tomando la prueba como preparación, este año 2018, para el Ultra Trail Du Mont Blanc y disfrutando del entorno, del recorrido de la prueba, el ambiente de competición que se respira, las muestras de ánimo y energía que te transmiten las personas allá por donde pasas… hace de esta carrera un referente en el trail madrileño y nacional año tras año, con una afluencia de corredores de todas partes de España.
Sin olvidar que en esta prueba, o hace un sol de justicia… o la MAM se caracteriza por nieve, lluvia, tormentas de granizo, niebla, frio… como así ocurrió durante toda la prueba.
Siempre que preparo alguna temporada relacionada con competiciones en montaña, casi un 100% de mi lugar de entrenamiento lo realizo con este perfil de la carrera, tocando muchos lugares del recorrido por lo que cada paso, cada piedra, cada kilómetro me resultaba familiar.
Sin ningún carácter competitivo que no fuera sacar un buen entrenamiento de cara al Mont Blanc, tomaba nuevamente esta competición como un buen test para ver mi estado de forma y empezar a marcar ya lo que iban a ser los próximos entrenamientos de este verano en lo que se refiere a tiradas largas tanto en kilómetros y horas.
Apenas tres semanas después de la Transvulcania, y recuperado al 100%, afrontaba la Maratón Alpina arrastrando una pequeña molestia en el tendón del peroneo; al igual que en La Palma, durante la carrera me mermó bastante en los apoyos, fuerza y estabilidad sobre todo en las bajadas.
Hasta el km 32, coronando Cabezas de Hierro Menor todo aparentemente normal, salvo la molestia, que poco a poco iba mermando mi carrera; aún tomando la prueba como un entrenamiento, decidí intentar terminar la prueba alrededor de las 6 horas y 30 minutos… todo iba genial, y en tiempo de conseguirlo hasta que los últimos 15 kilómetros a meta, prácticamente todo en bajada, me resultada imposible ir al 100% por el malestar que me provocaba ese horrible pinchazo.
Al final, entrar en meta no era un problema… salvo que se dispararía el tiempo que tenía previsto realizar, terminando la prueba en 8 horas.
Había que parar, recuperar la inflamación del tendón para garantizar llegar al Ultra Trail Du Mont Blanc con garantías físicas de poder terminar la prueba sin problema; así que un pequeño alto en el camino de apenas un par de semanas, tratarlo, recuperar bien y a seguir trabajando duro de cara a mi gran objetivo del año.
Finisher MARATÓN ALPINA DE MADRID 2018